miércoles, 3 de julio de 2013

Picadillo

Me gusta cocinar. Es un momento reflexivo de mi día a día. Centrarme en la cocina me ayuda.

Conforme voy cortando cada ingrediente las ideas se concatenan. Así voy pasando de "este corte imperfecto a cuchillo debe dar un sabor que ninguna picadora jamás alcanzaría" a "desde luego la existencia debe ser mucho más que procurarse alimento y agua"...

Pasan los minutos y las ideas siguen fluyendo por mi mente... "Lo de wert, siendo tan descarado no puede ser sino una maniobra de distracción...", "qué nivel de anestesia ha alcanZado la sociedad cuando un presidente de gobierno responde sobre un caso de corrupción que le implica directamente con un 'ya tal' y no pasa nada, todo el mundo lo encaja. O Cuando los andaluces sabemos que toda la junta está "pringada", que pueden saltar escándalos de miles de millones, que vayan cayendo consejeras imputadas, que coches oficiales vayan a "pillar" a las tres mil; que no pasa nada. Siempre nos queda el fútbol."... "Por cierto vaya pollazo nos metió Brasil..."

Abro la lata de melva canutera. "Producto Andaluz" Me digo. Y Comienzo a canturrear la bulería de Diego Carrasco: "Mis amigos son, los que le gusta la melva, los que a las dos de la tarde no tienen ni un pitillito ni tampoco pa cerveza, por eso son mis amigos"...

Un trago a mi Cruzcampo. Los temas más triviales van tornándose en posibles negocios que emprender. Realizo un DAFO del mismo en micras de segundo; negocio descartado. Y de repente la gran duda: "¿Es en esta sociedad en la que quiero criar al pequeño Mijail?"

Sigo picando, ahora cebolla fresca... Y es que ahora mismo mi mente es eso; un picadillo.

2 comentarios:

  1. Gran post, Bisagra. Creo que existen otros lugares y otras vías alternativas a éstas; nos queda encontrarlas y practicarlas.
    Un abrazo, y se me ha hecho agua la boca con el picadillo!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Picadillo??? La mía es un auténtico revuelto... Gracias Bisagra.

    ResponderEliminar