Bienvenido a "no valen crujios", lugar de esparcimiento físico, mental y espiritual, de una panda de indocumentados nacidos a finales de los 70. Nos asustaba un muñeco con pelos de cable que se llamaba la bruja avería, jugabamos en un campo de futbol con 5 esquinas, fuimos al médico con un dolor ficticio en el hombro para que nos vendaran estilo Oliver Altón, comiamos pollo con bollo en lo alto de un capo y con nuestras diferencias compartimos una de las cosas más importante en la vida, la amistad.

Nuestra máxima ,"un hombre que no tiene amigos desde pequeño, ni tiene amigos, ni es un hombre"

martes, 15 de enero de 2013

Conferencia ministro wert en Sevilla. Reflexiones.

Ayer tarde entendí que era mi obligación como padre asistir a la conferencia que daba el ministro wert sobre "los retos del futuro de la educación", toma ya.

Entendí que era mi oportunidad para rebatir en público y ante las cámaras los argumentos de wert para sostener lo insostenible. Desde que me enteré que venía wert el cínico di vueltas y más vueltas sobre qué preguntar, si tenía suerte y no estaba ya rifado a priori el turno de preguntas, tendría una sola oportunidad, no podía ser un debate sino una sola pregunta que fuera tan contundente como para además desmontar y quitar la careta a toda su política de expolio en treinta segundos.

Aludiría no sólo a él, ni sólo a su partido, tenía que estar por encima del bipartidismo que a buen seguro dividiría la sala. Pensé mucho y más o menos definí los 3 aspectos básicos a exponer, pero mi gran problema estaba latente: mi pánico escénico, mi dificultad para hablar en público. Sabía que corría el riesgo de empezar tartamudeando e incluso de quedarme en blanco, me defiendo mucho mejor cara a cara que en público pero la imagen de mi pequeño Mijail durmiendo con una sonrisa en la cara me hizo tomar la determinación de hacerlo así que cogí el autobús camino del hotel los lebreros. Era mi oportunidad, lo tenía que hacer por él, por su futuro.

Mis queridos Plax y D'logsli también decidieron acudir y juntos tomamos asiento tras las filas reservadas a las nuevas generaciones del PP y afines al ministro y allí aguardamos a su llegada. Estaba nervioso, mentalmente repasaba la pregunta que quería plantearle al virrey del cinismo. Quería que mi mensaje fuese nítido...

De repente los focos de las cámaras se encendieron y al unísono el 90 % de los asistentes recibimos al ministro al grito de "wert dimisión". Los pitos y el ruido de los gritos eran verdaderamente ensordecedores, él ocupó su asiento y desde una posición elevada mantuvo una mirada fría y desafiante a los asistentes.

Proseguí mis consignas, coreé "wert dimisión", "no pagamos su deuda con la salud y la educación" a voz en grito durante varios minutos hasta que nos sentamos a la espera de que la tensión amainara. Esperaba poder comenzar la charla con tan cínico título y por fin tener la oportunidad de poner en un aprieto al ministro.

No pudo ser, las consignas no pararon, el moderador intentaba calmar los ánimos y salió en defensa de la libertad de expresión, para acto seguido pasar a acusar a los jóvenes de pisotear las libertades que recoge la constitución, rompiendo las primeras filas en aplausos.

Las consignas no pararon y permanecimos más de 15 minutos sentados esperando a que la conferencia diera comienzo, cosa que nunca ocurrió. El acto quedó suspendido y wert el cínico volvió por donde había entrado al grito de "fuera, fuera" y "wert escucha, Sevilla está en la lucha".

No pude preguntar y reflexionamos sobre el error/no error de los jóvenes de no dejarle hablar. Poco tardó el ministro en intentar sacar partido a lo sucedido, que por eso era necesaria una reforma en la educación.

Salí convencido del error de no interrumpir la protesta para iniciar la charla y una vez en el autobús intenté poner perspectiva a lo sucedido para analizarlo con más objetividad.

Sigo sin defender el que no se llegara al debate pero pienso:

¿Quiénes estaban protestando? una generación perdida, sin futuro, condenada a emigrar lejos de sus padres para malvender su formación en el extranjero, jóvenes que sufren más de un 50 % de paro y que el que consigue trabajo es en precario, con un sueldo mísero que no les permite abandonar la casa de sus padres para formar su propia familia. Jóvenes que sufren un auténtico drama social.

¿Quién tenían delante? Un ministro del gobierno que les roba su futuro, que recorta en la cartera educativa para ingresarlo en la cartera de Bankia, que se llena la boca de la palabra diálogo pero gobierna a base de decreto sin debate ni trámite parlamentario. Un tipo cínico encargado de convertir la educación en un negocio y un lujo al alcance de pocos, posibilitador del mayor expolio que sufre nuestro pueblo más allá de las privatizaciones; la fuga o tráfico de cerebros: décadas de formación e investigación que huyen sobre los hombros de treintañeros con un billete de bajo coste para llegar al extranjero como estómagos agradecidos por 800 euros... y todo ello sin consulta ni debate. Expolio.

¿Es de verdad justo decir como dijo el moderador que eran los jóvenes los que estaban pisoteando los valores de nuestra democracia o simplemente los defendieron, rechazando participar en una pantomima de falsa libertad que supone un debate a posteriori sobre algo ya previamente legislado sin diálogo alguno?

Hoy todo se vuelve a intentar manipular diciendo que por eso hay que modificar la ley de educación; que los jóvenes no tienen valores... basta de hipocresía ¿De quién vienen esas palabras? Yo no hago esa lectura sino que la juventud se plantó sin violencia y con la palabra ante quien roba su futuro, fiel reflejo del desapego de un pueblo a la clase política... quizás no de la forma más adecuada... ¿O sí?

No pude plantear mi pregunta, pero se que no hubiese sido un diálogo, hubiese salido por peteneras, contestando de forma automática con el decálogo oficial de respuestas de su amiga soraya y no hubiese tenido más trascendencia...

Defendámonos, siendo fieles a nuestros valores, desde el rechazo a la violencia, con inteligencia y contundencia a la vez... Amigos, nos roban el futuro; así que definamos cuál es la mejor forma de hacerlo, pero actuemos.

Existe otra forma de hacer las cosas, se puede construir otra realidad. Estos golfos pretenden que pensemos que la alternativa a ellos es el abismo, no nos dejemos manipular, actuemos y recuperemos el futuro de nuestros hijos.

3 comentarios:

  1. No salió como esperábamos, sigo pensando que es un oportunidad pérdida...no le puedes dar un solo argumento al adversario, aunque lleves razón.

    En mi opinión, la protesta, al impedir la conferencia, cargó de "razones" al virrey del cinismo, le facilitó el trago...fue un error impedir el coloquio.

    10 minutos de protesta, intensa, contundente...te sientas, lo escuchas y en el turno de preguntas, tienes una oportunidad única de hacerle llegar tu rechazo, de comprometerlo, de ponerle en un aprieto, con la palabra, con la educación, con una pregunta inteligente y luego, cuando finalice el acto, otros 10 minutos de protestas...esa es la forma, al menos la que yo esperaba.

    Me quedé con la ganas de preguntar, me quedo con la duda de sí hubiese sido capaz...pero a pesar de todo, me gustó ir, participar, compartir con vosotros la actualidad de nuestra ciudad y os ánimo, nos ánimo a que sigamos acudiendo a foros parecidos, que estemos activos socialmente, que no nos conformemos con leer la prensa, que estemos allí, siendo parte de la noticia...inolvidable la fotografía.

    Un abrazo

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  2. Yo creo igualmente, que la estrategia de "al enemigo, ni agua" debiera haberse llevado por el lado que dice D'Logsli, no darle ni el agua de un argumento contrario a la protesta...antes que no darle el agua de la libertad de expresión...
    No obstante, entiendo perfectamente lo que ocurrió. Quien siembra vientos, recoge tempestades. Y como leí hace poco en un cuento bonito, esto al final es como el eco: si le gritas a la montaña "hijoputa", el sonido te devolverá el "hijoputa...joputa..puta..."

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  3. Me llenó de orgullo veros en esa foto. Pudo ser una gran oportunidad para al menos expresar vuestro sentir mediante una pregunta cargada de matices. Pero lo que pasó no es más que lo que es este país. El país de la luces y las sombras, de los rojos y de los azules, de los culés y los merengues, de los béticos y de los sevillistas... La gente se atrinchera en sus posiciones, apoya a "los suyos" hasta la muerte, hagan lo que hagan. Posiblemente los jóvenes de la primera fila aplaudan al político que va a arruinar su vida, sin saberlo, o peor sin quererlo saber, sin quererlo ver, ya que es de los suyos como su padre, su tío, sus amigos. Y los demás increpando quizás perdieron su oportunidad de expresarse, por rabia, por odio, por signo político, por desesperación... pero quizás tenga su justificación. La verdadera oportunidad pasada fue la de no pegarle dos buenas collejas a lo Bud Spencer. Os quiero.

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