La Revolución de las Putas

Furia, ira, indignación, impotencia...La reacción que experimenta mi ser al leer el último decreto ley sobre reforma de la educación es totalmente primaria e instintiva, cual mecanismo de defensa ante un peligro, ante el ataque de un grupo de indeseables que en la oscuridad de la noche me asalta en mi propia esquina.

Soy puta sí, pero muy digna.

Vergüenza siento al ver cómo un país admite con resignación y sometimiento que un gobierno que se hace llamar democrático legisle materias tan esenciales para el bienestar social y su futuro como son Sanidad y Educación a base de Real Decreto Ley, sin trámite parlamentario, simplemente basándose en una premisa de extraordinaria y urgente necesidad... Extraordinaria y urgente necesidad de llenar los bolsillos de los especuladores a expensas de la sangre y la savia de nuestra sociedad....Extraordinaria y urgente necesidad de entregar nuestra virginidad a un gordo grasiento por dos duros.

Porque muy a mi pesar no soy puta en un país civilizado. Ejerzo mi profesión en una Monarquía Bananera donde el Jefe del Estado sanciona sin mirar reformas de nuestra Carta Magna y decretos leyes que cercenan nuestros derechos y libertades a la vuelta de una cacería en Botswana.

Soy puta en una Monarquía Bananera, en una sociedad que aunque adolece de una enfermedad y necesita cirugía, sus gobernantes corruptos no la ponen en manos de un cirujano sino que la entregan a una organización criminal de tráfico de órganos para que en lugar de curarla, la dejen morir no sin antes vaciar sus órganos para venderlos al mejor postor.

Una es puta, sí, pero tiene principios.

Por eso una se indigna cuando ve lo que nos están haciendo queridos amigos. Están saqueando, expoliando nuestra sociedad. Nos están robando nuestro mejor capital; nuestro Capital humano. Cientos de miles de jóvenes totalmente preparados que se ven obligados a emigrar ante la falta de opciones en nuestro país... Exilio forzado de nuestro mejor capital, de nuestro presente y nuestro futuro... Todo ello en un plan perfectamente urdido y planificado.

Lo siento amigos pero como puta, señora cargada de dignidad, me avergüenzo de esta Monarquía Bananera dirigida por Corruptos.

Que una es puta, pero honrá.

Tan sólo espero que algún día la Historia ponga en su lugar a aquellos que como Judas, por unas monedas traicionaron a los suyos, a aquellos que como proxenetas engominados nos entregaron a redes de trata de blancas.

Hagamos Historia. Que comience la Revolución de las Putas.