Sacrificios al Dios Mercado

ESPERO NO ESTAR NUNCA EN SU PELLEJO. Este es el título de una carta al director del periódico el país del 27/04/12 que os transcribo literalmente:


"Trabajo atendiendo a personas con infección por el VIH en un hospital público. De los 1.000 pacientes bajo mi cuidado, unos 150 son inmigrantes. Ni uno solo ha hecho turismo sanitario, y la mayoría no sabían que estaban infectados cuando dejaron su país en busca de un trabajo con el que ganarse la vida, o se han infectado estando en nuestro país.

Muchos de ellos perderán la tarjeta sanitaria y su tratamiento antirretroviral en agosto si se cumple lo anunciado por la señora ministra. Serán los elegidos para morir por el bien de los españoles.

Ahorraremos algo de dinero de nuestras maltrechas cuentas dejándoles morir, pero no nos importará porque son ilegales. No lo merecen. No existen. Pero yo conozco sus nombres y sus caras y cuando me despida de ellos en la consulta sabré que soy parte de la hipocresía de una sociedad donde el derecho a la vida es solo para algunos. ¿Qué sentirá un político tomando decisiones que suponen la muerte de personas en aras de un bien supuestamente superior, como es la reducción del déficit? Espero no estar nunca en su pellejo.— Federico Pulido Ortega."


Esta carta me dejó totalmente nokeado cuando la leí, quise tomarme un tiempo para digerirla. Han pasado varios días y creedme que aún no he sido capaz. Como si hubiese intentado arrancar la hoja del periódico y acto seguido hacer una bola con mis manos para que pasara por mi esófago, he sido incapaz de digerirla...

De repente se me ha ocurrido a las 7 de la mañana buscar el número de hospitales públicos que hay en España (estadística que por desgracia me servirá para hacer una comparativa año a año de a qué ritmo se van privatizando: fin último de este macabro ajuste), y me han salido 355 públicos de un total de 794. He cogido la calculadora y me han entrado escalofríos; 150x355=53.250 personas.

53.250 PERSONAS SACRIFICADAS PARA EL PAGO DE LOS INTERESES DE LA DEUDA A ESPECULADORES.

Y tan panchos... Pero no dejemos de pensar; esta es una primera cifra, a la que llegamos de forma aproximada, con un dato que cogemos de refilón. Cuántos sacrificios hemos hecho ya al dios Mercado? Cuál será la cifra final? Conseguiremos saciar su sed? No querrá también el sacrificio de nuestros hijos?

Esta cifra es un cálculo sobre los enfermos de VIH que vamos a sacrificar, si vamos más allá: Y los enfermos de cáncer a los que dejarán de dar quimio? Los que requieren diálisis? Y los de corazón? Así, sumando y sumando veamos de qué magnitud es el sacrificio... O mejor llamarlo Genocidio?

De corazón os digo, sólo espero que estos indeseables, traidores, sean pronto juzgados por Delitos Económicos de Lesa Humanidad.