Esta noche he soñado. Aunque lo hago casi a diario normalmente no recuerdo nada al poco de despertar pero hoy sí, y de forma bastante nítida.
He soñado con las imágenes que me llegaban de plaza Neptuno abarrotada de ciudadanos practicando democracia y exigiendo la dimisión de un gobierno que ha perdido su legitimidad al traicionar el 200% de lo votado por los ciudadanos en su programa electoral en las pasadas elecciones, exigiendo un referéndum e incluso la apertura de un nuevo proceso constituyente.
En mi sueño mantenía una interesante conversación con un anciano sobre qué era democracia; él me planteaba interesantes cuestiones:
"Es democracia depositar un papel en una urna cada cuatro años dándote la posibilidad de elegir a un corrupto o a otro, sabiendo que hará, deshará y robará cuanto le plazca sin importar lo comprometido en su programa electoral? Es eso legitimidad por cuatro años para hacer cuanto le plazca incluso hipotecando el futuro de generaciones y generaciones? Es democrático un sistema electoral diseñado para una bicefalia corrupta o la verdadera Democracia debe ser Mucho Más?"
No os sé decir si esta conversación transcurría allí mismo con ambos interlocutores de protestantes o éramos simples observadores, lo que sí os garantizo es que fue una conversación muy estimulante y enriquecedora. Ese viejo hombre delgado, con barbas canosas y fumando pacientemente su artesanal pipa, hacía trabajar mis neuronas, no me regalaba axiomas, me brindaba profundos planteamientos lo cual humildemente agradecí.
No pongo en pie cuál fue el momento de la conversación en el que un señor uniformado se dirigió a nosotros y tras quitarse el casco, se sentó a nuestro lado para participar activamente en nuestro debate.
El joven policía expuso su situación; esperaba su segundo hijo, estaba agobiado con la hipoteca y los recortes en su sueldo le hacían pasar algo más que dificultades para llegar a fin de mes. Su mujer no trabajaba desde hacía 2 años. A su hermana, que estaba en paro con un hijo se le terminaba la ayuda y a sus padres a duras penas les alcanzaba la pensión para pagar unas facturas que no hacían más que subir.
Conforme transcurría la conversación fuimos descubriendo que todos éramos víctimas de un gran juego de trileros, que los verdaderos ladrones estaban sentados en sus escaños del congreso, asegurándose una paga vitalicia y enajenando cualquier posibilidad de un futuro digno para nuestros hijos.
Vimos que no era cuestión de ideología política, ni de edad ni sexo, tampoco de condición social, estábamos siendo traicionados por los mismos Judas y de repente sin saber cómo llegó a suceder, todos los policías dieron la vuelta y miraron al congreso.
La siguiente imagen que tengo nítida de mi sueño fue la de nuestro Virrey De Guindos abandonando cabizbajo su escaño esposado con los grilletes a la espalda y escoltado por dos policías nacionales.
Así, éste grupo de héroes hizo valer su juramento de servicio al ciudadano ante un poder ilegítimo que había traicionado a su pueblo.
En ese momento encendí mi radio y una voz tan femenina como profunda comunicaba la noticia que tanto tiempo esperábamos: La detención de los responsables de la crisis y la apertura de los juicios por crímenes económicos de lesa humanidad en el Tribunal Penal Internacional.
No hubo ni un solo acto violento, todo había trascurrido con calma y de forma ejemplarmente pacífica.
El júbilo y la algarabía inundaron las calles de cada pueblo, de cada ciudad. Niños, mujeres, hombres y ancianos saltaban, bailaban, se abrazaban y compartían lágrimas de alegría. Habían recuperado la iniciativa democrática.
Pero aún quedaba mucho por hacer, el cansancio por la tensión pronto apareció reflejado en sus rostros. Era hora de ir a la cama para empezar de forma serena a CONSTRUIR UNA NUEVA SOCIEDAD.
