Hay cosas difíciles de encajar. De esas que sabes que llegarán y crees estar preparado para sobrellevarlas pero que cuando se presentan, es como aquella ola que te revuelca con tanta virulencia que te hace perder el sentido, y hasta el oxígeno.
Hoy he tratado de levantar la cabeza de una de esas personas, una de tantas miles a las que la desesperación por la situación actual hace perder el sentido. He intentado que coja un poco de aire, tratando darle un poco de perspectiva para decidir y que se ubicara para no arriesgarse a echar su vida y la de sus hijos por el retrete.
No creo haberlo conseguido.
Bienvenido a "no valen crujios", lugar de esparcimiento físico, mental y espiritual, de una panda de indocumentados nacidos a finales de los 70. Nos asustaba un muñeco con pelos de cable que se llamaba la bruja avería, jugabamos en un campo de futbol con 5 esquinas, fuimos al médico con un dolor ficticio en el hombro para que nos vendaran estilo Oliver Altón, comiamos pollo con bollo en lo alto de un capo y con nuestras diferencias compartimos una de las cosas más importante en la vida, la amistad.
Nuestra máxima ,"un hombre que no tiene amigos desde pequeño, ni tiene amigos, ni es un hombre"
Nuestra máxima ,"un hombre que no tiene amigos desde pequeño, ni tiene amigos, ni es un hombre"
Joder, no lo había leído.
ResponderEliminarQué ha pasado?
Son muchas de esas historias las que tendremos que vivir. Lo pregunta es cuando nos tocará vivirlas en primera persona (hermanos, primos, tíos, padres, amigos...). Espero que no lleguen nunca, pero el cerco se aprieta y todos los ingredientes están sobre la mesa: mañana, dentro de un mes, un año... Me quedan 36 años de vida laboral: MIEDO.
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