La vida es un cúmulo de sorpresas, una caja de Pandora que alberga las más sorprendentes revelaciones que podamos imaginar. Ni que decir cabe que grandes descubrimientos del pasado hoy en día son teorías falsas y relegadas al olvido, incluso a la burla. Darwin, creo que tuviste una mala tarde y que pronto tus ensayos, tus hipótesis, pasarán a ese cajón desastre de la ciencia.
La sorpresa, el halago, la envidia, la sonrisa; son sentimientos que nos vienen raudos a la mente al ver los atributos de este maravilloso animal. La pregunta, y donde pocos hacen una parada visual, viene al ver la expresión de tristeza, de decaimiento que tiene este "pobre" ser. Efectivamente, la evolución le bendijo con un enorme falo; pe
ro le castigó de la manera más horrenda, con la sonrisa más sádica, al sumar al pack evolutivo cuatro extraordinarias pezuñas.
¿Para qué sirve una pezuña? Para correr, andar, trotar... pegar coces, y punto. Si este animal tuviese razocinio, si este ser tuviese conciencia de lo que ocurre a su alrededor, si tuviese pensamientos impuros, si se excitara al ver pasar a sus amigas burras siempre sin un trapito... Sí, la respuesta es que se habría vuelto loco, que se habría partido el espinazo intentando alcanzar sus atributos, o se habría tirado por el precipicio más cercano a la decima o undecima jornada de abstinencia. Efectivamente existieron los burros y caballos inteligentes, pero lamentablemente perecieron de manera fulminante por dichos motivos.
Pero la evolución es sabia. Habrá algo más simpático y alegre que un elefante. Darwin dice que alargaron su trompa para llegar mejor a las ramas: nooooooo, faaaaaalssoooooo! ¿Es que no hay hierba ni matorrales? ¿Nada más que comen ramas? Con esa trompa, maravillosa para ellos, son capaces de realizar las barbaridades y locuras más increíbles del mundo animal.
Pero la evolución es impacable y no tiene límites. No todos tenemos que tener una trompa por nariz. Para aquellos que nuestros atributos rozan lo grotesco, lo mínimo, lo "simpático", la evolución fue extremadamente generosa, y nos dio no una si no dos extraordinarias manos, con cinco dedotes guarros. A partir de ese momento pudimos pensar, y generar una sociedad como la que vivimos, sin riesgo palpable de suicidio.
Por ello afirmo que Darwin se equivocó. Y cuando estés en el campo y veas un caballo en apogeo, no te sientas mal, no te acomplejes... él daría cielo y tierra, años de su vida, por tener cuatro o cinco minutos una de tus benditas manitas.
He dicho.
jajajajaj, tremendo, brutal, increible, magnífico...
ResponderEliminarQuerido sports:
Tu entrada en este nuestro blog no ha podido ser más bestial, literalmente hablando.
No me esperaba menos de ti, has dado el 110% en tu estreno, practicamente insuperable, solo el señor cucal puede estar a tu altura.
Grande pepol, grande!!!!!!
Lord sport, vanas resultan las palabras para describir la calidad de este tratado científico que tumba todo la actual teoría de la evolución...
ResponderEliminarObra Maestra.
Querido Pepol, ignominiosa y sublime entrada en acción...me llevo a la cabeza las manos que la evolución me ha dado con semejante teoría como escribes...totalmente revelador...el origen de la sociedad humana, de la política, de la cultura y del arte, la ciencia, todo resulta de la capacidad del ser humano para autodescargar...la evolución tiene un antes y un después con este post...
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