Bienvenido a "no valen crujios", lugar de esparcimiento físico, mental y espiritual, de una panda de indocumentados nacidos a finales de los 70. Nos asustaba un muñeco con pelos de cable que se llamaba la bruja avería, jugabamos en un campo de futbol con 5 esquinas, fuimos al médico con un dolor ficticio en el hombro para que nos vendaran estilo Oliver Altón, comiamos pollo con bollo en lo alto de un capo y con nuestras diferencias compartimos una de las cosas más importante en la vida, la amistad.

Nuestra máxima ,"un hombre que no tiene amigos desde pequeño, ni tiene amigos, ni es un hombre"

sábado, 14 de mayo de 2011

LA BATALLA DE ITALICA

Itálica (Hispania), Agosto 73 A.C

 

Publio Cornelio Escipión miraba con preocupación a sus tropas. Pasaban dos horas del medio día y sus dos legiones empezaban a dar signos de cansancio. Los íberos, en sendos intentos de atacar por los flancos habían mermado parte de su caballería. Mientras, lluvias incesantes de dardos no hacían nada más que caer como gotas mortíferas, que obligaban continuamente a realizar la formación tortuga (testudo). Todo teniendo en cuenta que cada legionario portaba entre armas y utensilios varios aproximadamente unos 23 Kg.

Uno de sus lictores de más confianza, Cayo Malayo, se atrevió a realizar el primer comentario:

C.Malayo: Legionario Cayo Malayo, ¿puedo dirigirme a mi Proconsul?

P. Cornelio: Hable Legionario, con franqueza, necesito opiniones de confianza.

- Mi Proconsul. Viendo como se está desarrollando la batalla creo que deberíamos reforzar los flancos con nuestros astati. Si dejamos más tiempo puede que revienten nuestra resistencia y nos veamos obligados a retroceder.

El Proconsul, giró la cabeza despacio hasta encontrarse con la mirada seria de su lictor Cayo Malayo, siempre tan sincero, siempre tan inoportuno.

P.C: Venga, otra vez, y que no se puede estar callado el hijo de puta este!. Joder!, Malayo, te he dicho mil cuatrocientas veces que no des por culo cuando la cosa se pone mala. Malayoooooo, que eres mu pesaoooooo, que no se puede ser asín.

C.M: ¿Pero tú todavía no te has enterao que aquí en Sevilla hace un calor que te torras? Y no se te ocurre otra cosa que ponernos el uniforme de tela gorda, que es el que más calor pega. Tengo los putos sobacos como un infiernillo, y me viene una peste a "humedad" de la zona "pelusona" que no te digo.

P.C: Del Betis tenías que ser pedazo de cabrón!. Ya estamos con los lloriqueos, que si la calor, que si me mareo. ¿No estas viendo a los mierdas de los íberos colina arriba y colina abajo? No hacen más que pegar mamporrazos aquí y allí y no se quejan!

C.M: Pedazo de mierda! Ellos van medio en pelotas, y portando nada más que una garrota con puntillas. Y yo tengo la espalda rota de cargar con la mierda del estandarte este del águila.

P.C: ... uhmmm! ... Un momento, que me están llamando. ¿Diga? ¿Diga? Que no! Que soy yo! que no tengo cobertura! ¿no sabes que estoy en La Batalla de Itálica? ¡Que no, joder, que no puedo ir a comer! Llámame luego. Que noooooooooooooo!!!!! Coño, que no puedo, que estoy aquí con las dos legiones con un calor de dos pares de cojones! ... Pues estará en la mesita de noche, donde los dejo todas las mañanas!!!!! Ya te llamo luego, valeeeeeee, valeee. No estoy enfadadooooooo cari, de verdad... Que si tonta, un besito... otro.... adiossssss, adiosssssss.

C.M: Illo, yo me abro, esto no lo aguanta ni su puta madre! Manoloooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!! Coje la metralleta y al carajo con los iberos de mierda estos... tanto testudo, tanta caló, a las cuatro de la tarde, al Escipión éste no se le podía ocurrir mejor cosa. Y si tu mujer te pone a limpiar cuando estás en casa, vete a jugar al dominó con tus colegas y no nos des por culo al resto de los mortales con tus batallitas... que yo tengo dos niños e hipoteca y no puedo perder el tiempo.

A lo lejos, se vio como uno de los Generales de Caballería se acercaba al galope:

G.C- Proconsul! Proconsul! Los íberos se retiran!

P.C: ¿Motivo?

G.C: Al parecer empieza un "partido de furgo": Río Beti - Hispalis FC.

Entonces Publio lo vio claro. Si estaba "entacao" qué coño hacía allí, sudando como un pollo, rodeado de animales de bellota... pudiendo estar en sus baños, fresquito, y gastándose todo el taco gordo, en suculentos manjares de categoría fina.

"Irse al carajo" fue lo último que se le oyó mientras se alejaba con su caballo.

He dicho.

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